Exigencias actuales de la profesión docente, su complejidad, desafíos y relevancia
Muchos docentes decimos y sentimos que tenemos vocación para realizar nuestra labor. La vocación es un elemento importante en tanto que nos permite hacer el trabajo con amor, tener disposición y entrega.
Sin embargo, sólo la preparación profesional puede garantizar que esa responsabilidad se realice bien. En educación no puede ni debe haber términos medios; no es válido actuar bajo la simple convicción de que se está frente al grupo con buenas intenciones; no bastan.
Es mejor si complementamos ese amor y vocación por la docencia con pasión, pues cuando se es un apasionado de la educación uno no se conforma y sabe que siempre podemos mejorar.
Es por eso que siempre estoy en esa búsqueda incesante de preparación profesional, pues nunca debemos perder de vista que tenemos en nuestras manos el tesoro más grande que tienen las familias, nos confían lo que más aman. El respeto por los niños, por su forma diferente de aprender, por sus necesidades de aprendizaje, afectivas y sociales.
En educación, no se cursa una maestría por motivaciones económicas, no las hay; no existen. Antes bien, es mucho el sacrificio, esfuerzo y dinero lo que demanda. Se cursa por convicción, por aquella que enaltece el alma y enorgullece el espíritu.
Hoy me empeño en servir a la niñez michoacana, pero servirle bien, con la certeza de ser una educadora preparada, con la conciencia de que el conocimiento es un proceso inacabado, en el que todos participamos y qué mejor que sea de una forma constructiva y positiva, Michoacán lo merece; Michoacán lo necesita.
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